jueves, 27 de mayo de 2010

Ruidos en la noche.

He estado mirando mapas de Gor y he mirado el recorrido aproximado que hice hasta llegar a Ar. Lo he calcado y he marcado el camino. La primera cruz sería el lugar donde aparecí, del cual no conozco el nombre. La masa de puntos negros son los Bosques del Norte. En este momento del relato, nos encontrábamos en la línea entre el río y los Montes de Thentis.


Viajamos sin incidentes durante días, ni rastro de los bandidos. Una noche desperté al oir un sonido ululante, parecido al canto de una lechuza. Abrí los ojos y vi a Vera escuchando atentamente. El sonido se repitió, un poco más cerca y ella lo imitó a la perfección. Donna se revolvió, inquieta, a mi lado, lo que hizo que Vera mirase en nuestra dirección y me viera. Me hizo un gesto de silencio con la mano y levantando la cabeza, volvió a ulular. Escuché moverse los arbustos como si algo pasara entre ellos. Me sorprendió la aparente ausencia de la pareja guardias que debería estar de ronda. Salvo por los ruidos extraños, el campamento parecía muy calmado, casi irrealmente en silencio. Ni un bosko se movía ni se escuchaba a un solo tharlarión, no había susurros ni rozar de telas. Tenía miedo de lo que fuese que rondaba la zona, pero no me atreví a musitar siquiera la preguta a Vera. Antes de que pudiera reunir valor para hacerlo, una mano me tapó la boca por la espalda y sentí algo afilado apoyado en mi cuello. Vera me repitió el gesto de silencio acompañado de otro, la mano moviéndose horizontalmente frente a su garganta. Comprendí el mensaje y no me moví, pero mi captor no aflojó la presa. Detrás de Vera aparecieron un par de muchachas, con la piel pintada de vivos colores y apenas cubiertas con pieles moteadas. No hicieron ningún ruido al caminar ni al detenerse y acuclillarse junto a la rubia. No hablaron. Una de ellas manipuló el collar que apresaba el cuello de Vera y éste se abrió con un ligero "click". Lo depositaron sobre la hierba, con cuidado, para que las cadenas no tintineasen. Las kajirae ni se movieron. Al parecer yo era la única que observaba la escena nocturna. Vera se despojó del camisk y se vistió con pieles que las otras le entregaron, aunque se llevó la prenda de esclava. No quería que los eslines pudieran seguir su rastro. El instrumento aguzado se separó de mi cuello y la mano soltó mi rostro. Las cuatro mujeres desaparecieron en la noche.

No pude dormir, pero fingí hacerlo. Supuse que debería haber dado la voz de alarma y, al no haberlo hecho, temía ser castigada. Cuando los hombres despertaron, encontraron a los dos eslines inconscientes, durmiendo, con sendos dardos alojados en su pelaje, así como a los guardias de la última ronda, desmadejados y maniatados, aún bajo los efectos del somnífero. Junto al collar abierto que había ceñido el cuello de Vera, estaba la pequeña llave dorada que Hokur guardaba. De alguna forma, se las habían ingeniado para arrebatársela mientras descansaba. Yo intuía que habían sido aquellas mujeres salvajes de los Bosques del Norte, las panteras, y los comentarios de los guardias al examinar los dardos y comprobar que era Vera la que faltaba lo confirmaron. No le dije a nadie lo que había visto. Donna me contó que Vera era una pantera a la que habían conseguido atrapar. Pregunté que por qué no nos habían liberado a las demás y me dijo que las panteras desprecian a las esclavas, puede que incluso más que a los hombres. "Entonces, ¿por qué han venido a por Vera?" pregunté "¿no era igual de esclava que nosotras?" Donna se encogió de hombros, no lo sabía. Mis esperanzas de escapar y reunirme con las mujeres guerreras murieron. Aunque lo consiguiese, no me aceptarían entre ellas, lo más probable era que me revendieran a otro esclavista. Al menos Vera volvía a ser libre.

2 comentarios:

  1. Nidan, jerag..

    Ha sido el mas grato descubriento este blog escondido, tan llenos sentimientos de kajira,de historia, geografia. fauna, cuentos goreanos, asi como de tu pluma inspirada.
    Si bien los caminos del Dueño de esta kajira no son los de los de la Contratierra, mi corazon lo olvida el embrujo de las Lunas.
    Mis respetos para el Amo de tan bella esclava,

    y que los RRSS iluminen el camino de tu entrega.

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  2. Deseosa de seguir leyendo tan delicados post. Ejemplo a seguir eres huriye{FR}, siempre linda...

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